Empleo, trabajo y felicidad

Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida. Confucio

 

En general estamos acostumbrados a percibir el empleo y la felicidad como cosas totalmente lejanas una de otra, casi antagónicas. No es extraño celebrar que termina la jornada laboral o sentir pena porque se acaba el fin de semana y se acerca el lunes. Todo esto es signo de nuestra época y cultura.

También, confundimos empleo y trabajo como si fueran siempre lo mismo. Sin embargo, la Real Academia Española define empleo como: "acción de emplear, ocupación, oficio, categoría personal (ejemplo: empleo de panadero)”; y por otra parte define trabajo como: "acción y efecto de trabajar, ocupación retribuida, dificultad, impedimento o perjuicio, estrechez, miseria y pobreza o necesidad con que se pasa la vida”. Ocupación versus Trabajo. Hacer versus Sufrir. 

¿Pero estamos condenados a sufrir para “ganarnos la vida”? 

Algo es cierto, no siempre podemos elegir nuestro trabajo y hay que aceptar lo que está disponible, para “salir adelante”. Pero, ¿será una condena irrefutable? 

No. Es posible soñar y atreverse a ser feliz. Son muchos los que han cuestionado sus limitaciones internas y externas. Historias inspiradoras y ejemplo para todos de que se puede ser feliz y vivir haciendo lo que uno disfruta. 

La primera pregunta que debería de hacerse en una entrevista de trabajo es: ¿cree usted que será feliz con este empleo? Y el entrevistado debería preguntar: ¿qué condiciones tiene este empleo que me ayudará a ser una persona feliz? Porque ser feliz, sentirse pleno y realizado es condición esencial y primera para ser luego creativo, productivo, comprometido. Cuando somos felices podemos dar lo mejor, romper fronteras, vivir un propósito y aportar al bienestar común.  

Entonces, hagámonos la pregunta: ¿soy feliz en mi trabajo? Si la respuesta es no, la tarea es pensar qué me hace feliz, qué limita mi felicidad, y cómo puedo dar el primer paso para acercarme a un empleo que pueda ser parte de mi sentido de propósito, permitirme vivir feliz y no tener que “trabajar” nunca más.  

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¿Soy libre de elegir?