El COVID y la revolución cultural en el trabajo
A raíz de la pandemia del COVID19, las conversaciones sobre la Cuarta Revolución Industrial y sus efectos --que hablaban de algo que parecía lejano y teórico, hasta futurista-- se convirtieron en planes de trabajo reales para organizaciones de todo tipo. Está claro que la transformación digital es ahora un asunto de sobrevivencia. La cultura digital llegó para quedarse y eso tiene implicaciones profundas para la sociedad y sus economías.
Ciertamente, la gran mayoría de las organizaciones no estaban listas para esa transformación. No tenían claridad sobre la ruta a seguir, y tampoco las capacidades internas necesarias para gestionar la revolución cultural que representa, en última instancia, la transformación digital. Es una revolución cultural porque transforma la manera en que nos vinculamos y comunicamos. En ella surgen nuevos valores y se desvanecen otros, todo lo cual demanda nuevas formas de liderazgo y de colaboración.
En esas circunstancias, la gestión de recursos humanos tiene que asumir un lugar central en el manejo de las soluciones para proteger a la organización durante la crisis, junto con las estrategias de producción, operaciones, seguridad y continuidad del negocio. El hecho de que el capital humano esté al centro de la creación de fortalezas también dejó de ser una conversación distante y teórica.
Algunos de los cambios que la transformación digital incorpora en la gestión de los recursos humanos de la empresa son:
- Reuniones digitales, que implican un tipo distinto de comunicación y liderazgo
- Desarrollo de nuevas destrezas digitales en el personal
- Cambio en sistemas de supervisión
- Nuevas formas de evaluación por resultados
- Nuevos balances entre trabajo y vida privada
- Nuevos incentivos emocionales y de motivación
Abordar esos cambios con un enfoque meramente operativo sería un grave error. Sería desaprovechar la oportunidad de replantear la estrategia del negocio hacia una mayor eficiencia y una mejor productividad. La transformación digital tiene que estar integrada en el planeamiento estratégico, como parte de una renovación en la cultura organizacional.
La cultura organizacional no reside en la tecnología ni en la administración, sino en las mentes de las personas que integran la organización. De allí que la buena gestión de los recursos humanos es central para aprovechar todo el potencial de la transformación digital. Los líderes que lo tengan presente serán los ganadores en la revolución cultural que estamos experimentando.