Comunicación digital: la nueva habilidad para la vida

La comunicación es central en los seres humanos. Es proceso social y proceso psicológico fundamental para crear vínculos y confianza, para avanzar causas, liderar, educar y hasta para el desarrollo económico. 

Biológicamente estamos programados para la conexión. Toda una serie de procesos neuropsicológicos se desarrollan para construir vínculos personales y sociales. La comunicación, precisamente, forma parte de esos recursos con los que naturalmente contamos para conectar con otros. 

Por esa razón, comunicar es más que informar. ¡Es conectar! Informar es una parte del proceso de la comunicación, pero no todo. Para que haya comunicación verdaderamente, dos partes deben crear vínculo a través de una idea, una imagen o del lenguaje no verbal.  

En la era digital, vivimos en un mundo hiper-conectado digitalmente, gracias precisamente al desarrollo de las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs). La comunicación digital es parte de nuestras vidas y la pandemia ha aumentado exponencialmente la relevancia de las comunicaciones digitales a todo nivel, tanto al nivel personal y familiar, como de los negocios, el gobierno y las relaciones internacionales. 

En el día a día, la gran mayoría de nosotros es usuario de una o varias Redes Sociales, plataformas de conexión digital por excelencia. El documental “El dilema social” de Netflix, plantea que las redes sociales se están convirtiendo en una adicción, la adicción a estar “online”. Por otra parte, hace una crítica a los modelos de negocio de las empresas que crearían ganancias en esta nueva “economía de la atención”, y lanza la pregunta ¿esto es normal o hemos caído en un hechizo?

¿Son nuevas la manipulación y la persuasión? No. Los métodos de influencia (o de manipulación) social han existido desde siempre. Las plataformas de comunicación digital son herramientas, que permiten generar un impacto a gran escala con contenido muy particular para cada persona. Como tales, son herramientas que pueden tanto unir como dividir. 

Los seres humanos, como bien se destaca en el documental “aceptamos la realidad del mundo que se nos presenta”. Esto tiene implicaciones éticas para quienes están en la posición de presentar realidades; y ellos, en nuestros tiempos, somos absolutamente todas las personas con acceso a Internet y a Redes Sociales. 

Por eso, la ética aplica para quienes diseñan las herramientas, y para quienes las usamos. Por eso, la comunicación digital es una nueva habilidad de vida, que puede procurarnos enorme felicidad y progreso, o enorme tristeza y daño. Es fundamental que aprendamos cómo funcionan sus mecanismos, para desarrollar pensamiento crítico al respecto, autonomía y capacidad de decidir sobre su uso. Entender cómo funcionan para manejarlas, aprovecharlas, optimizarlas y poner los límites donde y cuando corresponda. 

Con esta nueva habilidad podremos aprovechar las herramientas de comunicación digital para crear confianza, para reforzar lazos personales, para liderar mejor equipos, ciudades y países. Podremos aprovechar la promesa de progreso de la era digital para mejorar nuestra calidad de vida, manejando bien los alcances y los límites, siempre necesarios. 

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