Growth mindset
En estos días me pidieron que diera una charla sobre “growth mindset para el éxito profesional”. El tema me llamó la atención desde el principio, porque se alinea con mi convicción de que cada uno de nosotros es una fuente de potencial infinito y cada quien tiene el poder de desarrollarse, crecer y aportar de mil maneras. Lo que se necesita es tener la consciencia de ello, la actitud y las herramientas para poder optimizarlo. Es decir, lo que se necesita es tener una mentalidad de crecimiento.
Entonces, me puse a reflexionar sobre el tema del crecimiento con mirada crítica, para ayudarle a mi audiencia a hacer lo mismo. Así que me gustaría compartirles algunas de mis reflexiones sobre una ‘mentalidad de crecimiento’.
Growth Mindset es la disposición racional y emocional para crecer, para expandir. Es un estado general de mente y cuerpo, individual y colectivo; para enfocar la atención, movilizar la energía y los recursos para crear (valor, conocimiento, otros), de forma incremental.
Definitivamente es una actitud fundamental en este siglo, en el cual experimentamos —gracias al desarrollo de las tecnologías digitales— una posibilidad sin precedentes de crear crecimientos exponenciales, tanto a nivel social como económico. Saber crecer es, en nuestros tiempos, una capacidad fundamental. Por ejemplo, para las personas será crítico desarrollar nuevas habilidades para reorientar sus capacidades hacia los nuevos empleos de la economía digital, y para las empresas es indispensable crear los programas de re-entrenamiento de sus fuerzas laborales que aceleren y optimicen ese proceso.
Por otra parte, me he enfocado en tres perspectivas del crecimiento: el del capital, el emocional y el de la consciencia. A su vez, he abordado al crecimiento del capital también en tres ópticas: el capital humano, el capital reputacional y el capital económico.
1. El capital, siendo el conjunto de recursos disponibles para crear valor agregado
Capital humano: es el conjunto de habilidades, conocimientos y motivación de la(s) persona(s), puestos en función de crear valor. ¿Cuál valor? El que la persona, grupo u organización decidan que quieren crear. El capital humano siempre pertenece a las personas, de forma que lo que hacen las organizaciones es agrupar estratégicamente el capital humano de su gente, para potenciarlo en aras de lograr lo que se proponen. Si el capital humano de las personas crece, el de la organización también lo hará.
Capital reputacional: es el nivel de reconocimiento de una persona (o marca/producto/organización) en un colectivo o audiencia. En la economía digital, la comunicación es un habilitador clave de crecimiento; por lo tanto, es crítico comprender cómo gestionar marcas (personales y comerciales) para optimizarlo.
Capital económico: es el total de recursos físicos y financieros que posee una entidad económica (persona u organización). Al respecto, me parece muy interesante el planteamiento de Kate Raworth en su libro “Doughnut Economics”, donde plantea que una economía sana debería de estar diseñada para optimizar el bienestar, en lugar de tener como meta el crecer al infinito, sin límites. Pueden ver su TED talk en este link https://www.youtube.com/watch?v=Rhcrbcg8HBw&t=9s , donde presenta un resumen de su interesante argumento.
2. Crecimiento emocional
Las personas somos, esencialmente, seres emocionales. Daniel Goleman, con su teoría sobre la Inteligencia Emocional (EQ), nos ofrece un modelo que nos guía en cómo crecer en nuestra capacidad de autogestión emocional, poniendo atención a la Autoconciencia, la Autorregulación, la Motivación, la Empatía y las Habilidades sociales.
3. Crecimiento de la consciencia (mindful growth)
Las personas tenemos la capacidad para reconocer nuestro estado mental y emocional en cada instante, así como sentir la interconexión entre unos y otros. Una mente quieta, serena y presente, estará dispuesta a la expansión y podrá poner la atención en lo que sea más relevante y actuar con fluidez frente a los desafíos.
En línea con los planteamientos de Raworth, que me parece que debemos ser críticos con respecto al crecimiento, en dos sentidos: ¿crecer por crecer (el crecimiento como un fin en sí mismo)? También, ¿pretender un crecimiento constante y eterno? Ambas ideas nos llevan a traspasar los límites de la sostenibilidad (material y emocional), al desgaste, burnout y al conflicto. Entonces, saber definir el por qué crecer, cuánto crecer y cuándo aplanar la curva del crecimiento, es un complemento indispensable para el growth mindset.
El árbol crece y se expande, pero sólo si sus raíces son profundas. Seamos como los árboles que, para crecer, se mantienen firmes en su suelo, se apoyan en sus raíces y aspiran a crecer en la justa medida, en equilibrio y armonía con su ecosistema.