¿Por qué importa la imagen?

En la edición anterior compartí algunas reflexiones sobre la mentalidad de crecimiento. Comenté que considero al growth mindset como una disposición general de mente y cuerpo para crecer y expandirse; y que pienso el crecimiento en tres perspectivas: la del capital (humano, reputacional, económico), la emocional y de la consciencia.

Hoy quiero abordar más a fondo el capital reputacional, lo cual entiendo como el nivel de reconocimiento de una persona en un colectivo o audiencia (que puede ser en el ámbito personal o del trabajo). El reconocimiento de parte de los demás es ciertamente un factor importante para nuestro crecimiento. Eso no significa que la reputación sea necesariamente importante para todas las dimensiones de nuestra vida, pero sin duda es relevante para nuestro desarrollo profesional, para contribuir a nuestra auto-confianza y para saber cuál impacto tengo en los grupos de los cuales formo parte. 

Aquello que las demás personas perciben sobre mí es el conjunto de rasgos y características únicas, que me distinguen de los demás. Tiene que ver con mi forma de ser, de actuar, de pensar. Tiene que ver con mi identidad, y hay un concepto que nos ayuda a trabajar cómo proyectar mi identidad para apoyar mis objetivos: la marca personal. 

Nuestra marca personal proyecta nuestra esencia, nuestros valores, nuestro propósito; y una gran parte de esa proyección pasa por nuestra imagen. Ella habla de quién somos, de cómo somos y de qué queremos. Hay una parte de eso más concreta, por ejemplo, cómo vestimos, cómo usamos el cabello, el estilo de fotos que compartimos en redes sociales, etc. También, hay una parte de nuestra marca personal que es más abstracta: cómo actuamos, lo que de nuestros valores se refleja en nuestro comportamiento y en nuestra forma de comunicarnos con los demás. Nuestra marca personal es el conjunto de todo ello. 

Pero lo más importante de la marca personal es la autenticidad. Nada potencia tanto mi crecimiento interno y mi contribución a los demás que amar quién soy, cómo soy. Ese es el punto central. Cuando conecto con mi esencia, la aprecio con todo mi ser y la reconozco como mi centro de poder, proyecto una imagen auténtica, inspiradora.  

Nada va a potenciar mi capital reputacional como una marca personal que refleje con autenticidad quién soy. Es por eso que nuestra imagen importa, mucho. Importa porque puede aportar a mis objetivos. Pero lo fundamental es que si esa imagen nos refleja enteramente, y transmite lo única y maravillosa que cada una de nosotras es, entonces nos permite trascender y dejar una huella invaluable, de adentro hacia afuera.   

They may forget what you said, but they will never forget how you made them feel. Maya Angelou

*Originalmente publicado en el newsletter 333 Debi Nova - Hija de Tigre

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